domingo, 23 de mayo de 2010

Paseo por la Pedriza

Este sábado 22 de mayo se nos ocurrió salir a la Pedriza. A las 9,30 ya estábamos subiendo Martin con los chucho y Luis Javier. El objetivo eran las Torres de la Pedriza; ya desde el principio un montañero nos advirtió: os va a ser difícil con el perro negro,... Desde Canto Cochino, bordeamos el Manzanares hasta el vivero, y desde allí hay una senda que enlaza con la subida a Collado del Cabrón. Allí el camino se bifurca, y nosotros cogimos el de la izquierda, hacia Las Milaneras, siguiendo las marcas, que en un momento perdimos y tuvimos que retroceder; nos encontramos con dos canales con sus trepadas, ante las que los perros se negaban a subir, y necesitaron que les aupáramos varias veces. Al final conseguimos llegar al collado del Miradero, 1885 m, después de 4 horas de marcha exigente. Allí nos repusimos con algunas viandas y frutos secos. Valoramos seguir hasta las Torres, amenazantes, pero con poco más de 100 m de desnivel suplementario y optamos por bajar y repetir sin perros y con más ganas. En la bajada empleamos casi 3 horas, con algún descanso para refrescar los ardientes pies en el Arroyo de la Majadilla. La Pedriza es un reto apasionante con sorpresas a cada paso y muchas posibilidades de salidas.

jueves, 20 de mayo de 2010

Circular de Peñalara con nieve

El domingo 16 de mayo, y aprovechando que el martes había nevado en la sierra, decidimos hacer la Circular de Peñalara con nieve. Disfrutamos de un día muy soleado y con cielo limpio, ideal para gozar de la montaña, del paisaje, de los cielos luminosos de Guadarrama y de la compañía de los amigos.

El recorrido de la circular es de unos 12 km, que se hacen en unas 5 horas de marcha, aparte los descansos para disfrutar de las vistas, sacar fotos y reponer energías. Peñalara sigue con nieve, y se pueden ver las cornisas amenazantes de nieve para los que quieren subir por los tubos. Tardamos dos horas en llegar a la cumbre y otra más hasta la laguna de los Claveles, majestuosa y relajante, ideal para tomarse el bocadillo y recuperar fuerzas, pues quedan otras 2 horas de vuelta hasta llegar a la Venta Marcelino, donde refrigerarse un poco con buenas cervezas. La vuelta se hace más larga de lo que parece, por los continuos subir y bajar, y por las diferentes caras que vas viendo de la montaña, sus tubos con nieve, que te hacen discutir con tus compañeros, pensando que ya mismo te vas a topar con la laguna grande de Peñalara. Sólo Fede, el más avezado nos indica que todavía falta una buena subida hasta llegar a la laguna.

Peñalara sigue retándonos desafiante con sus caras y sus tubos por donde más adelante queremos encaramarnos.