Una vez más nos acercamos a Peñalara para subir por el tubo más directo y acceder de frente a la cumbre, a lo más alto de la Sierra de Madrid, 2428 m. Queríamos divertirnos con Óscar y subir por lo más escarpado, brincar por los riscos y crestas y bajar acelerados como cabras que buscan los pastos. Con el día tan bueno que hizo nos topamos con demasiada gente y grupos numerosos que fuimos adelantando. Con tanta prisa alguno vino un poco roto. Como final unas buenas cervezas en la terraza de Marcelino.
Peñalara |