El viernes 25 de febrero fue este año fiesta para los estudiantes; otros años se celebraba Santo Tomás de Aquino, el 28 de enero o San Juan Bosco, el 31, también de enero patrón de los estudiantes, Fede y Luis Javier se acercaron a las Torres de la Pedriza; fue un primer acercamiento, subimos al Collado del Miradero, donde comimos, y luego seguimos para las Torres, con nieve en todos los tramos altos, que nos dificultaba la subida. Seguimos las marcas que veíamos y después de 45 minutos, nos descolgamos siguiendo unas marcas, tal vez la Senda del Cocodrilo, y campo a través y con bastante nieve, caídas y resbalones conseguimos llegar a la Autopista de la Pedriza. El día fue excepcional, muy soleado y con buenas vistas; al final, desde la terraza y con buenas cervezas, pudimos disfrutar del Yelmo al rojo vivo, como incendiado por los últimos rayos del sol. La misma sensación óptica es la que le da nombre al Naranjo de Bulnes.
Ya el sábado 9 de abril, con un día muy soleado, volvimos a atacar a las Torres, un reto y un emblema, y esta vez el trío de Fede, Martin, Luis Javier y los chuchos de Martin; no pudimos aparcar en Canto Cochino y tuvimos que dejar los coches en el Tranco, con una hora más de recorrido por el Manzanares, unas ocho horas en total. Ya en las Torres nos unimos a una pareja que conocía bien estas alturas, además de que iban bien pertrechados con el gps, y conseguimos llegar al Collado de la Ventana, otear el horizonte, ver la conexión con la Olla de San Blas, y descender hasta la Autopista, refrescándonos bien los pies en el Arroyo de la Majadilla.