Este domingo 8 de mayo fue un día excelente, primaveral de sol radiante, cielo limpio y buenas vistas, así que decidimos volver a hacer la circular de Peñalara. También esta vez vino Manolo, ausente desde hacía muchas salidas, con lo cual el grupo completa el autobús de cinco plazas.
A las 10,45 ya estábamos subiendo y disfrutamos de la subida, las vistas, el día, del parloteo y de las ganas que tenemos de estar juntos. Con el día tan bueno que hizo, Peñalara estaba casi congestionada. Por el risco de Claveles, la zona más dificililla de crestear nos juntamos con algún estudiante alemán del proyecto Erasmus, chicos franceses con los que estuvo charlando Manolo, el internacional del grupo, pues estuvo viviendo en Francia muchos años de su infancia. A algunos que parecían tener algún problema con la altura y los riscos los dimos de la bota. Es un remedio más sano y natural que las pastillas contra el mareo. Nadie se fue al suelo. Ya comimos en la laguna de Claveles con algunas nubes y más vino, vuelta a la laguna grande para contemplar la magestuosidad y relajo de Peñalara. Había pequeñas cascadas, neveros y arroyitos lanzando agua con ganas. Al final, una buena cerveza en Venta Marcelino, en la terraza, terminar de cargarnos de energía y naturaleza y bajar con fuerza para casa, para enfrentarnos a la dura semana, al curro,...
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